Para aprovechar, para inversores, para oportunistas, la mayor cartera de inmuebles en la historia de los negocios inmobiliario calienta la venta de inmuebles.
Las hipotecas ejecutadas, que provocó la burbuja en Europa está sacando al mercado, con operaciones por bulto, las propiedades incautadas a los clientes que no tenían las garantías correctas.
Volumenes de propiedades, no ya inmuebles, es como le llaman al paquete en venta.
Ya se inició lo que se llama el Data room, reuniones de venta, al mejor postor; los bancos necesitan deshacerse de los inmuebles que ya no pueden mantener.
Demasiado tampoco es bueno, los bancos han decidido liquiedar ese activo, por lo tanto, hay revuelo de pescadores en rio revuelto.
Sobre todo cuando hay privilegios para los que pescan en red, se sabe que los bancos tienen preferencias para notificar sobre sus ofertas, cuando hay movimiento de determinados personajes en una dirección, ya se sabe qué se viene, no voy a dar nombres, pero se parece al nombre de un Dios griego.
Se habla de tres mil trescientos millones en crédito que hay que mover para meterse en un negocio de estos.
Una cifra que ni puedo imaginar, tal vez, con una cuenta, hasta pueda averiguar cuánto pesa, pero no creo que pueda imaginar cuánto ocupa, aunque eso también se pueda calcular.
Son cantidades tan espectaculares que hay pool de inversionistas para afrontarlas.
Les llaman Eurohypo, no se sabe si por hipotecas, o por hipopotámica cantidad de inmuebles y de cifras.
Otra vez, ganan los que pueden, no los que necesitan.